El contorno de ojos es una zona muy especial debido a las características físicas que la configuran y que las podemos sintetizar a continuación:
- La piel es mucho más fina que la del resto de la cara, lo que la hace más expuesta y sensible a todo tipo de agresiones externas.
- Tiene muy pocas glándulas sebáceas y sudoríparas por lo que tiende a una mayor deshidratación y aparición de arrugas y pliegues, especialmente a partir de los 25 años. Por ello es necesario iniciar su tratamiento específico prácticamente a partir de la década de los veinte años, adaptándolo a las características que presente cada cliente como prevención.
- La circulación sanguínea y linfática es de un ritmo lento por lo que se tiende con facilidad al estancamiento hídrico y ojeras ya que los intercambios tisulares a nivel respiratorio y metabólico se hacen con dificultad.
Con todo lo mencionado anteriormente, podemos afirmar que el contorno de los ojos es la zona más frágil del rostro. Entre las alteraciones estéticas más frecuentes que nos encontraremos podemos mencionar las siguientes:
- Bolsas
- Párpados hinchados
- Ojeras
- Arrugas
Las bolsas aluden a la retención de líquido, que es lo que provoca la hinchazón del tejido del párpado inferior. No obstante, si las bolsas se deben a la grasa sobre la que se apoya el ojo, se producen pequeñas hernias que sólo pueden ser eliminadas mediante la cirugía y cuya causa no es exclusiva del propio envejecimiento natural. Los párpados hinchados también refieren retención de líquido y no siempre están asociados con las bolsas, incluso pueden tener una aparición esporádica que hace que, por la mañana, se drene dicho líquido gracias al movimiento de los párpados. En ambos casos, el objetivo del cuidado estético es estimular y activar la circulación local sanguínea y linfática.
Las ojeras resultan de la pigmentación de la piel que, debido al paso del tiempo, y por el enlentecimiento de la circulación sanguínea y su difusión fuera de los vasos sanguíneos, se aprecia el color del pigmento puesto que la piel también pierde densidad y es más fina. Las arrugas que se observan en el ángulo externo constituyen los primeros signos del envejecimiento, manifestándose inicialmente como arrugas de expresión o de la mímica que, en un futuro se transformarán en el lecho en donde queden instauradas las propias arrugas debidas al envejecimiento cutáneo.
El objetivo del cuidado estético es estimular y activar la circulación local sanguínea y linfática.
Para un profesional de la estética es fundamental identificar y actuar con los tratamientos estéticos adecuados a cada manifestación descrita, bien sea desde un aspecto de prevención como de mejora de las condiciones que se presenten. Para ello se debe conocer y aplicar, mediante la selección, aquellos cosméticos, equipos y maniobras de masaje que se adapten mejor a dichas necesidades estéticas. De igual forma, será necesario informar al cliente respecto de los tratamientos domiciliarios que implique la mejora de los resultados de dichos tratamientos en cabina. Y todo esto es lo que se estudia y practica en el Nuevo Taller de Tratamientos Estéticos de los Ojos…